Existen muchos criterios para la selección de accesorios para tu ropa. Los perfiles según estilo te pueden ayudar mucho en esto. Con una simple lectura podrás reconocerte en alguno de estos cuatro perfiles, así como las joyas que te favorecen al combinarlas con los colores de ropa que mejor te quedan.

Perfil Primavera

Mujer de piel dorada, habitualmente bronceada. Ojos avellana, verdes o azules. Cabello castaño, frecuentemente con reflejos rojizos o dorados.

Color de ropa: Tonos cálidos: marrón y dorado. Tonos pastel: marfil, verde anís, azul claro. Deja de lado el blanco, el negro, el azul marino y el burdeos.

Joyas: Puedes lucir piezas de oro que aludan al tono de tu cabello y piel, con piedras azules o anaranjadas como amatista, turquesa o zafiro.

Perfil Verano

Mujer rubia, de ojos azules o verdes y piel clara.

Color de ropa: Preferentemente luminosos: ciruela, rojo, amarillo, frambuesa o turquesa, aunque el naranja queda fuera. Además te sientan muy bien el gris o el blanco quebrado.

Joyas: Las joyas de oro blanco o plata resaltarán tu perfil, llévalas con piedras preciosas como diamante o rubí. El oro amarillo no te favorece.

Perfil Otoño

Mujer de piel pecosa y ojos pardos o verdes. Cabello caoba o pelirrojo.

Color de ropa: Para iluminar tu piel debes usar tonalidades cálidas: caramelo, pistacho, bronce, salmón, bermellón o azul metalizado. No son aconsejables el azul marino, el rosa y el negro.

Joyas: Podrás lucir piezas de joyería de oro amarillo o rosado, mientras que el coral o el ámbar serían las piedras más apropiadas para tus joyas.

Perfil Invierno

Mujer de piel muy mate o aceituna o, al contrario, pálida como marfil o porcelana. Cabello oscuro, negro azulado o castaño oscuro. Ojos pardos, azul verdoso o gris azulado.

Color de ropa: Para tu perfil corresponden los colores intensos: fucsia, amarillo, azul eléctrico, rojo, aunque se deben incluir también el blanco y el negro.

Joyas: La aplicación es similar al perfil verano: oro blanco y plata con sus tonos fríos, acompañados de piedras preciosas como diamantes y rubíes.


No es la plata

Seguramente habrás experimentado cómo, después de un rato, alguna de tus joyas empieza a incomodarte, sientes escozor y, si no te la quitas, terminas con enrojecimiento o pequeñas heridas.

Bueno, la culpa es del níquel, no de la plata. Este metal, muy común en las aleaciones utilizadas en bisutería y joyería, provoca la mayor parte de las dermatitis de contacto. La alergia a la plata (al níquel en realidad) se presenta en una de cada cinco personas.

La plata de Ley debe poseer 92,5% de plata pura y el resto puede ser zinc, germanio o platino, que no provocan alergia, pero en muchas ocasiones ese metal es níquel. Consulta esto antes de comprar.

Cómo evitarlo

  • Acostumbra usar joyería elaborada con metales de ley, particularmente plata y oro amarillo o platino.
  • Deja a un lado las bisuterías con metales de dudosa aleación, aunque luzcan algún baño de plata.
  • Solo es confiable un baño de plata cuando el metal de soporte no contiene níquel.
  • En aquellas actividades que se relacionan con la humedad (gimnasio, ducha, playa, etc.) deja de lado tus joyas. Estas condiciones aceleran el desprendimiento del níquel.
  • Si tu alergia es recurrente consulta con un inmunólogo o alergólogo, quien te aportará un diagnóstico apropiado.